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Revista Memoria Histórica 15 de Feb

Construir la memoria histórica de los colombianos se basa en darle la importancia que se merecen las víctimas del conflicto armado en el país, que han representado todos los ideales de lucha, democracia, escepticismo y libertad en cada acto repudiado.

El Estado, los medios de comunicación, colegios, universidades y bibliotecas tienen parte de la responsabilidad de que Colombia sea un país indiferente con su guerra, con sus conflictos en cada esquina, vereda, municipio, departamento y ciudad. Por su falta de investigación, impartir conocimientos propios y que desarrollen a apropiación de la cultura autóctona y simbólica.

Cada uno de los compatriotas opina sobre los acuerdos de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) positiva o negativamente pero no se responsabilizan por hacer esos juicios de valor bien fundamentados, porque todos somos víctimas y victimarios a la vez de un Estado Social de Derecho que no ha cumplido sus obligaciones estrictamente.

La presencia del Gobierno independientemente de su comandante ha sido muy centralizada, muchas veredas y municipios han sido olvidados y presas de los grupos armados insurgentes que han llegado a cometer graves delitos de lesa humanidad contemplados en los derechos humanitarios internacionales y en la constitución política de Colombia.

Robar, secuestrar, torturar, asesinar y otros graves actos que repudio nacional son de las que han sido víctimas los campesinos en el país y muchas veces los vecinos del mundo urbano, que sin más ni menos terminan involucrados en una guerra que no se sabe dónde comenzó ni con quien, pero que quieren detenerla.

La educación, salud, trabajo, libertad y buena calidad de vida hacen parte de los derechos que defiende el Estado de Bienestar en Colombia y como tal, bajo los acuerdos de paz deben ser promulgados haciendo participe la opinión de la población al rechazarlos, por eso es que necesitamos implementar un modelo que renueve los conocimientos y esperanzas de un país fragmentado y desolado a causa de la violencia y el conflicto armado